Aunque algunas personas digan lo contrario, el amor entra por los ojos. La atracción por lo visual es lo que nos engancha y nos conquista hasta volvernos “ciegos” de amor. Algo parecido puede suceder con una página web muy bien hecha y tus seguidores más fieles.
La página web supone el primer contacto con los clientes, es el escaparate de nuestra marca o negocio, su identidad. La web es el punto de partida de todas las acciones necesarias para lograr una venta, conseguir fidelizar clientes y mejorar la reputación de nuestro negocio, tanto en Internet como en la mente de los usuarios.
La página web es el centro de todo y una valiosa fuente de información, de la que se podrán extraer datos sobre el comportamiento de los usuarios gracias a herramientas como Google Analytics (personas que visitan la web, tiempo de permanencia, páginas más vistas, etc.)
En definitiva, para que todas las acciones que hagamos para conseguir más clientes sean efectivas y llamen la atención del usuario es muy importante que:
- La página web de tu negocio esté diseñada acorde a las necesidades de tus clientes.
- Sea atractiva.
- Presente un contenido claro y útil.
- Incluya imágenes y vídeos.
- Cuente con un diseño responsive, para que los clientes puedan acceder desde cualquier dispositivo (odenador, tablet, móvil).
- Esté inspirada en la imagen corporativa.
- Sea ligera para que cargue rápido.
- Tenga letras fácilmente legibles.
- Use un lenguaje cercano.
- Cuente con botón de búsqueda e información de contacto.
En definitiva, nuestro objetivo será el de llevar más visitantes a nuestra web, pero si ésta no es atractiva y no está preparada para ofrecer el contenido que los usuarios esperan, entonces será mucho más difícil la conversión para alcanzar el propósito principal del negocio online: las ventas.